viernes, 6 de mayo de 2011

Glamour y chocolate. Incompatibles en mi ser.

Ya sabéis que el glamour y yo nos conocemos, nos respetamos, nos caemos bien, pero... no encajamos. Sí, es así, por más que lo intente el glamour abandonó mi cuerpo a la par que mi madre tiró a la basura mi primer pañal.
Hace unos meses, al salir del trabajo me dio por sentirme americana, mas concretamente neoyorkina, así que pasé por un Starbucks (sí, les hago publicidad, no me pagan pero ahora solo deseo el bien para todo el mundo,por eso pongo el sitio. Si el que maneja los hilos de este lugar gana mucho podrá contratar a más gente, o pagar más a sus empleados o... un momento... ¿quién maneja los hilos del Sturbucks? ¿Remedios Amaya? No, esa no puede ser, ella ni siquiera sabía quién manejaba su barca... pobrecilla, me la imagino en el lago del Retiro, en su barca, girando sobre ella misma...)
En fin, volvamos a mi momento de: soy americana supermoderna.
Total que entro en el establecimiento, y me pido mi leche con chocolate, sí, soy así de chunga, leche con cho-co-la-te, tsss. A la pregunta de, ¿lo quiere con nata? respondo: sí (he obviado que uno d elosmotivos por el que quería leche con chocolate era porque me apetecía nata,el sentimiento de pertenencia a Nueva York, realmente era bajísimo)
Más feliz que una perdiz con mi vasito me dirijo a la puerta, primera dificultad: llevaba un paraguas enuna mano, el vaso en la otra y creo que un bolso mal colgado... ¡¿Cómo abro la puerta sin que se me caiga nada?! Pues no lo sé, pero lo conseguí.
Bien,podía sentirme como una yanky guay, mi vasito, mi ritmo frenético... pero, ooohh, me apetecía la nata ¡me apetecía muchísimo! Ni corta ni perezosa le quito la tapa al vaso para comenzar a disfrutar a lametazos (ya os he dicho que mi glamour está en registros negativísimos) Disfrutar la disfruto, muy rica oyeS, pero ahí fue cuando aprendí una gran lección, bueno no,justo después, cuando intenté volver a colocar la tapa... ¡no se puede! ¡es imposible! Lo intente, juro que lo intenté. Parada en mitad de la calle, intentando colocar la tapa y que a su vez no se me callera la leche encima. Una vez, otra vez... otra más... Vale, no se puede... esto... Sí, mejor deja de andar y tómate la leche de pie, en la calle,pasando frio, aguantando las miradas de los transeúntes que dicen: ¿esta chica tiene claustrofobia y por eso se toma en la calle el café? ¿Por qué no pidió una tapa?
De vez en cuando dejaba de beber y seguía andando, ya no me sentía de Nueva York,ni urbanita acelerada, ni tansiquiera moderna, ¡me sentía una paleta del quince! (Con mi más sentido cariño a los paletos, que yo, soy de pueblo, ojo)
El reto de beber leche con un paraguas, un bolso y medio lloviendo había finalizado, ¿con exito? Pues no, el chocolate se me había salido del vaso, un poco, y tenía en las manos, y un poquito en el mango del paraguas... y en la tela... pero bueno, no era nada que unas toallitas húmedas no pudieran solucionar. Me limpié, limpié el paraguas, lo volví a limpiar diez minutos más tarde porque resulta que había más partes manchadas que no había visto y fui muy consciente de que el glamour neoyorkino no iba mucho conmigo. Con esa lección aprendida me fui a la cama, me vestí al día siguiente y cuando me fui a poner las botas el glamour me escupió a la cara y me llamó pardilla porque no solo mehabía manchado las botas con el chocolate (bastante),si no que fui así todo el camino a casa y no me di cuenta ni siquiera al quitármelas... Pero vamos, que os digo una cosa, seguramente nome crucé con nadie con tanto estilo como yo llevando las botas manchadísimas de chocolate en mi camino a casa.



Moraleja:Remedios Amaya, en una barca del retiro, con un vaso sin tapa del Sturbuck, también lo habría pasado mal, y yo a la gente que anda descalza en acontecimientos la admiro muchísimo.


PD: Mercadona seguro que tiene tapas de quita y pon estupendas.

sábado, 15 de enero de 2011

Se me fue de las manos el anuncio de mi regreso...

¿Hay alguien ahí? ¿Hay alguien ahí? ¡Eeeeeeooooo!
¡Oah! Parece que al fondo hay alguien... Sí, mira, esto... resulta que soy la que escribía aquí y bueno, por circunstancias de la vida, el cambio climático y demás, no he podido escribir, pero bueno, ya estoy aquí así que... ¡ENCIENDAN LAS LUCES! ¡LEVANTEN EL TELÓN! ¡LIMPIEN EL POLVO! (bueno, vale, eso lo hago yo, pero pensaba en vosotros, los que tenéis alergia para que no lo paséis mal...)
No se si os habéis fijado en la bipolaridad de la palabra alergia, que tan pronto significa: me estooyy muriendo no puedo abrir los ojos, la nariz me gotea y no puedo más. Como: ALEGRÍA (que ha llegado un nuevo día) Oye, es así, tres veces que he leído la palabra alergia y tres veces que he leído alegría, y unas cuantas veces que he jugado al Scatergories y otras tantas que he puesto palabras que den alegría, como las nubes, en lugar de alergia.
Hum... ahora que lo pienso creo que me sucede esto porque en mi vida no cabe la alergia, sí, si acaso la intolerancia que está muy de moda ahora, sobre todo a la lactosa, aunque a la lactosa dudo mucho que lo pueda ser porque me gusta mucho viajar por el espacio y sería muy difícil hacerlo si no pudiera usar la vía láctea que como todo el mundo sabe es algo así como la M-40 pero mejor porque no hay atascos y al ser láctea te deja la piel ideal, ideal, que ya lo decía Cleopatra: después de un duro día de gobierno y enredos amorosos para evitar invasiones no hay nada como un baño relajante de leche.
Cleopatra era una mujer muy lista, bueno lista lista como para estar un millón de programas en Saber y ganar no sé, pero la mujer pensaba, bueno, no siempre, con lo de la serpiente lo mismo le faltó darle unas vueltas más al pensamiento, pero también es cierto que las personas grandes se van de aquí de forma.. grande, o por lo menos de forma original. Que me la imagino tipo: (con voz dramática)
- Y no me iré de este mundo sin antes probar pipas facundo. Uy, no esto creo que lo dijo El toro.... A ver un momento que localice el vídeo... muleta volante, no, Mulán la china guay tampoco... mu.. mu... ¡muerte de Cleopatra, aquí está!
Pues según mi vídeo imaginario fue tal que así:
- Ya no aguanto más esta situación, quiero dormir eternamente. ¡Me tomaré unos cuantos valiums! Uy, Cleo, chata que no puedes que aún no se han inventado. ¡Cómo odio ser visionaria a parte de estupenda! bueno... pues si no puedo con pastis... ¡ya lo tengo! Pediré al hijo de Ramsés que cante, que el pobre no tiene oído para nada y canta peor que una piara de cerditos hambrientos. ¡Descartado! demasiado desagradable. Creo que me he dado una idea... ¡qué demonios! Voy a darme un baño de leche y mañana será otro día, ¡oah! ¿qué hace esta serpiente en la bañera? Uy, qué graciosa, mira como se enrosca.. uy, no subas más bonita, uy, uy, sigue subiendo, ay madre, qué me roza una teta.. ¡me c*g*nto lo que se menea! ¡que me ha mordido la muy hija de Tutankamón!

¿Qué aprendemos de la muerte de Cleopatra? Que las serpientes no pueden ser animales de compañía lo primero, y lo segundo los baños de leche son algo superglamouroso y que queda fetén decir: me voy a dar un baño de leche para relajarme.


Bueno gentes de bien, cuando sea la emperatriz no tendré serpientes en casa así que este tipo de accidentes no se podrán dar y podréis estar tranquilos.
Por otro lado no creo que me de baños de leche, más que nada porque no me hace falta, tengo una piel estupenda... digo... ¡hay mucha gente que pasa hambre en el mundo como para que esté yo haciendo el idiota bañándome en leche!











PD: Gracia a los que me habéis animado a volver a escribir.