Hoy comenzaré haciendo un poco de forense, voy a realizarme una autopsia, voy a ver qué me pasa por dentro. Lo sé, lo mismo hubiera quedado menos macabro decir que iba a hacer de psicoanalista, pero... no os voy a mentir, me apetece hacer de forense, que esa gente ha estudiado medicina, ¡medicina!, esas personas estudian mucho, más de 7 años, imaginaros siete años ahí: los nombres de los tendones son, eh... el tendón este que hace que se mueva el dedo corazón... y otra vez a estudiar que no me lo sé.
Bueno, pues a lo que iba, que ultimamente estoy algo tristona ( acabo de caer que estar tristona podría ser sinónimo de perra, recordar a Tristón, que el pobre sólo quería un amiguito, un hogar y mucho amoooooor), a ver, que me pierdo, me pierdo, lo que decía que estoy algo tristona porque ya tengo cierta edad y a mí nadie me toca ni con un palo, soy la eterna amiga, muy maja, muy para hacer el idiota un rato y ya está, pero lo entiendo, porque... es normal, soy bastante asquerosa, no me gusta nada el contacto físico, a mí que me hablen todo lo que quieran, pero siempre respetando mi espacio vital y sin tocar, que no es preciso para seguir lo que me cuentan. Leyendo esto podréis pensar que es lógico que ni con un palo, que lo mismo ni seguís entrando en este blog, pero.. ¡alto!, es que yo tengo truco, nada por aquí, nada por allá y... ¡hay días que soy cariñosa!, ya veis, ¡días! que eso significa que son más de uno, guay, ¿eh? ¿quién podría resistirse a eso? ( aviso, ahora va el momento balones fuera) Pues a eso se resiste la mayoría de la población masculina heterosexual que a mi me hace gracia, porque son mozos que pasan de escalar el muro que tanto tiempo he tardado en construir, pero no tengo la culpa, de pequeña me leyeron el cuento de la Princesa Rapuncel, y en ninguna parte de la historia decía: el príncipe pasó de sudar su estupendo traje y perder más tiempo esperando a que a la chica le creciera el pelo y tener que hacer escalada por la torre si total, había chicas más fáciles en las tabernas del pueblo. Yo, eso, no lo leí, no sé vosotros. Tampoco leí que el príncipe Felipe ( el hijo de Juancar y Sofi no, el de los cuentos) dijera: pfff, paso de tener que luchar con un dragón para luego ir a despertar a Aurora..., mira, que no hubiera salido la noche de antes, yo la doy un toque al móvil, y si no se despierta y ata al dragón para que pueda pasar paso, que me han dicho que hay una princesa que me pone ojillos, y con que le guiñe un ojo la tengo rota.
¿Os dáis cuenta, no? Los príncipes de los cuentos, los héroes, todos los mozos lozanos de las pelis y libros hacen mil cosas para conseguir a la chica, fijaros en la princesa prometida ( vale, lo mismo eso es demasiado, pero... si cuela, cuela).
Acabo de caer en que lo mismo ese mi problema, que entre mi muro, y estas historias que tengo grabas.. pues claro, no me doy cuenta que la sociedad de hoy es la de las cosas rápidas, las cosas fáciles pero... es que a mí lo fácil no me suele gustar.
Pues no es por amenazar al sector masculino que me puede interesar, pero.. más que un muro lo que tengo es un embalse, y como nadie vaya abriendo mis compuertas de vez en cuando... se va a cagar la perra como me toque soltarlo todo de golpe, ahí, amor a cascoporro. Uy, parece que pido maromos a diestro y siniestro, pero no, es solo por quejarme un rato, si a mí lo que realmente me fastidia es que todos los que hacen el idiota conmigo a nada encuentran a la chica de su vida y yo me quedo sentada viendo que para lo único que valgo es para que el resto encuentren churris pichurris, así que tengo dos opciones: una, odiar a todas las novias del mundo mundial, cosa muy cansada, hay demasiadas en el mundo y ellas no tienen la culpa, o dos, crear una agencia de estas de contactos, porque está claro que tengo algo que hace que la gente encuentre el amor. Lo mismo hago esto último, solo tengo que dedicarme a los juegos de azar, afortunado en el juego desafortunado en el amor, aunque... lo mismo espero un poquito más para jugar , que estaría guay ser millonaria, pero.... corroborar ya, que no es que ni con un palo, sino que los palos prefieren antes ser utilizados para una fogata que tocarme, pues... sería algo durillo ¿no?
Bueno, no os preocupéis ( no creo que nadie lo esté, pero por si hay alguna que sí), esto no me quita el sueño, eso es practicamente imposible, sin ir más lejos el otro día dormí 13 horas seguidas. Me encanta dormir.
PD.: lo mismo este pequeño problemilla se solucionaría siendo más sociable ¿no?, puff, pero me da un perezón ser maja con el género masculino... y tampoco sé por qué me quejo si no tengo tiempo para churris pichurris. Nada, decidido, empiezo a trabajar a muerte para llegar a entrar en la lista Forbes.
sábado, 21 de marzo de 2009
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