

Bueno, vale, lo mismo no, pero viendo estas fotos... podría ser que sí.
Qué bonita se pone mi facultad cada vez que llega la primavera, salen las flores y los alérgicos se encierran.
Pasear por mi facultad es como vivir una ventisca pero a unos 26 grados más o menos.
No sé qué es lo que más me gusta, si sentirme dentro de una estampa navideña en pleno Mayo, o comer polen por todos los lados, que sí, que con cerrar la boca ya está, pero... ¡tenemos agujeros en la nariz!
Dos pequeños apuntes:
1.- Gracias a mis padres por haberme dado estos genes y no tener alergia.
2.- Echo de menos mis gafas de sol, las cuales he perdido, para variar, y es muy posible que se encuentren en algún lugar de mi casa. Bonitas, preciosas, sé que os uso muy poco, pero...¡os quiero!
No hay comentarios:
Publicar un comentario