sábado, 26 de septiembre de 2009

He vuelto, y con más "amigos"

Srta. Aristas, jo, si que has tardado esta vez en escribir... Pues sí, he estado estudiando y de mudanza, todo a la vez. De la mudanza me he podido escapar bastante, de estudiar nada y es una basurilla, porque aún así tendré que seguir estudiando en Febrero. Sí, en vez de aprobar la última asignatura de la carrera "decidí" que era mejor suspenderla y alargar mi estancia en esa fabulosa facultad, proyecto de cárcel de mujeres al parecer, aunque, la verdad, eso lo he oido de más facultades, debe ser que si no tienes una leyenda urbana sobre el proyecto de tu edificio no te dejan ser facultad.
Bueno, pues tras "hacer" mi maravilloso examen, que al leerlo me dieron ganas de arrugarlo y tirárselo a la cara a la profesora mientras le decía : Señora, ¡esto es un despropósito de examen!, no lo hice porque sé que lo que tenía que haber hecho era estudiar más, pero... es que... ¡jo! ¡¿por qué nunca preguntan lo que me sé?!: Pon tu nombre y cuéntame tus vacaciones. ¡Esa!, ¡esa es la pregunta que quiero tener en un examen!
Total, que os podéis imaginar cómo salí del examen. En el metro iba lamentándome de mi vida: jolines, otro cuatrimestre más... no tengo nada que leer porque todos los libros están en cajas... el MP3 se me ha quedado sin batería y el cable para cargarlo está en una caja... ahora tengo que ir a casa a hacer cajas... ¡odio las cajas! ¡y el vagón huele extraño, buag! ¿por qué ese chico no deja de mirame?
Me imagino que el chico me miraba porque debía de llevar cara de penita. A todo esto van pasando las estaciones de metro, las puertas se abren se cierran, entran y bajan viajeros, cada uno con su historia, hasta que en una de esas paradas se sube un chico, llamado Samuel, que se sienta a mi lado y esto fue lo que pasó.
Samuel (S): Hola
Srta. Aristas (S.A): Hola
S: Hola ( y señala al reloj)
S.A: (roja) Aaahhh, las cinco y cuarto.
S: ¿Cómo te llamas?
S.A :Mi nombre es Srta. Aristas ( bueno en verdad dije mi nombre de verdad, el del D.N.I.)
S: Yo soy Samuel.
S.A: muy bien.
S: ( se queda pensando un rato) ¿rste dhy gts?
S.A: No te entiendo.
S: ¿No eres española?
S.A: ( sí hijo sí, sí soy de aquí, pero tu español es muy malo) Sí, soy de aquí. ( señalando el suelo, no me extrañaría que el muchacho pensara que soy natural del metro)
S: Yo soy nigeriano. ¿Cuántos años tienes?
S.A: tengo 26, ¿y tú?
S: Yo tengo 28. ( se calla, espera un rato y...) ¿Tienes novio?
S.A: (rápido rápido piensa algo) Sí ( jo, qué bien salvado)
S: ¿Español?
S.A: Sí ( a ver, si le digo que no me hubiera preguntado que de dónde y yo en geografía no estoy muy bien)
S: ¿tienes amigas?
S.A: Sí ( Tss, qué te has pensado ¿que soy una lombriz, una solitaria?)
S: Preséntamelas.
S.A: No
S: ¿Por qué?
S.A: por que no te conozco, cómo te voy a presentar a mis amigas.
S: poco a poco, tu dame tu número y yo te llamo, poco a poco.
S.A: No, no quiero darte mi número.





Bueno, la conversación fue más o menos así, él con acento que hacía que no entendiera muy bien, de hecho poco a poco era algo así como bogo a bogo y preguntándome más cosas entre preséntame a tus amigas y dame tu número. La verdad, me alegró la tarde, y me reí bastante durante la conversación, no de él, ¿eh? sino porque no le entendía bien y encima una vez me dijo que yo era rica, vamos a ver muchacho, si fuera rica no viajaría en metro y mucho menos iría en esta línea.


En fin, que ya he vuelto, a ver si ahora puedo contaros más cosas.



PD: sigo trabajando en la letra de la canción, pero... ¡es muy difícil, jo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaja a lo mejor por estas cosas es por las que raki no quiere viajar en transporte público jajajaja

Srta. Aristas dijo...

Pues ella se lo pierde, porque son vivencias que enriquecen la vida, jeje.