Dentro de nada tengo los exámenes,¿qué quiere decir eso? Pues que tengo que estudiar, y por lo tanto estar menos, mucho menos, en el ordenador, en la luna de Valencia, en las nubes y perdida en mi imaginación.
Consecuencia de todo eso: si antes tardaba mucho en escribir una entrada ahora... voy a tardar el doble, vamos, que vais a poder mandar al niño a la mili y seguir leyendo juntos mi blog cuando vuelva ( vigilar bien la empanadilla que sino se os quema), pero atención, no todo está perdido, porque... ¡ ya ha empezado perdidos! así que nada, una cosa por otra, vale que lo que yo escribo no tiene ni intriga ni posibles teorías, pero... bueno, fijaros si soy buena que dejo de escribir justo cuando empieza Perdidos.
A ver, que he puesto que dejo de escribir pero tampoco es eso, dejo de escribir tan a menudo, vamos, que una vez a la semana más o menos.
En fin, con los ojos llenos de lágrimas me despido temporalmente de vosotros, ¡no os olvidaré! ¡os llevo en el corazón! ¡os quiero! ¡os adoro! ¡os voy a comprar un loro! ¡ no quiero estudiaaaaaaar!, sí, por eso son las lágrimas, jo, no me apetece nada de nada, peeeero, voy a estudiar por mi y por todos mis compañeros, que ya me tengo aprendida la lección: si no te portas bien luego no vienen los Reyes Magos.
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