A mi hermana, la que me explicó que los bebés no vienen de París, la debo una explicación, y como hermana suya que soy le voy a dar una explicación, porque mi hermana se merece una explicación y yo, como hermana que soy le debo una explicación ( podría seguir así hasta que llegaran los americanos pero eso sería mucho tiempo).
Bueno, pues ahí va la explicación de por qué a la una de la mañana la medio desperté para preguntarla por el barbecho.
Ya estábamos apuntito de dormirnos, cada una en su camita, el perro en su cojincillo... vamos cada mochuelo en su olivo, y yo, es estar en esa situación y mi cerebro empieza a funcionar a una velocidad increible. Total, que me pongo a pensar que es muy durillo eso de por las mañanas andar de becaria ( que de verdad que hago muchas cosas y no llevo cafés)y luego por la tarde ir a clase, y luego en función del día ir a inglés. Se me hace tan duro que me estoy empezando a acordar de Coronado, ¡oah! ¿acaso necesito un hombre madurito en mi vida?, no, no es eso, necesito los yogures que él anuncia, ya no tengo mi ritmo, mi amado ritmo, casi casi, se podría decir que mi ritmo era latino de lo bien que me iba. Estos yogures superguays del paraguay del Coronado, regulan, ayudan o algo así la flora intestinal, y si hay flora habrá campo para las flores intestinales, y ya me diréis cómo se hace, o se hacía, para conseguir una buena tierra; ¡con el barbecho!
Así que llgué a la conclusión de que o comía yogures o comenzaba el barbecho intestinal. Descarté esta última idea porque no sé cómo hacer para utilizar una parte del intestino y otra no. También descarté la de los yogures, si Coronado ya no los anuncia... ya no es lo mismo, así que me quedo con los Kiwis, que a parte de fruta es pájaro.
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2 comentarios:
Qué loca estás, Jaumitaaa! Me ha encantado el artículo, voy a seguir leyendo a ver qué se cuece...
ajajajajaja...mientras siga existiendo la 3º planta, todo irá bien...
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